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Barraca en la huerta de Valencia

La huerta de Valencia

Cuando se piensa en Valencia, seguramente se vienen a la mente imágenes de playas soleadas, arquitectura increíble y deliciosas paellas. Pero más allá de su fama turística, tenemos unas exuberantes huertas, que son un paisaje de gran valor.

El patrimonio cultural de la huerta de Valencia

Las huertas valencianas no son solo campos de cultivo, son un legado de nuestros antepasados. Con las “acequias”, los sistemas tradicionales de regadío, de los que os hablaremos algún día, y la arquitectura de las barracas, nos cuentan historias de la vida de campo no tan pasada en la Comunidad Valenciana.

Pero, ¿qué sería de la huerta valenciana sin sus naranjos, por ejemplo? La naranja es uno de nuestros símbolos más conocidos y forma una parte muy importante de lo que somos porque fue base de nuestra economía durante mucho tiempo.

Nuestras naranjas del árbol a la mesa

Ya sabéis que nos gusta llevaros a la mesa lo mejor de la huerta. Por eso, continuamos con lo mejor de la tradición de Valencia, cada árbol frutal y cada verdura es cuidadosamente cultivada siguiendo prácticas respetuosas con el medio ambiente. Y esa es una de las maravillas de la huerta de Valencia, su compromiso con la sostenibilidad y el consumo de proximidad. La gente de la huerta sabe que, la sostenibilidad de los cultivos es fundamental para su mantenimiento y, por tanto, para el mantenimiento de su fuente de vida.

Además, en el viaje desde el árbol hasta tu casa, se sigue un proceso meticuloso que asegura el mejor sabor y aroma en cada fruta, eso sí, siempre sin usar químicos para alargar artificialmente su tiempo de consumo y su aspecto, garantizando así su calidad y frescura.

En un mundo donde la urbanización avanza rápidamente, proteger la huerta de Valencia se ha convertido en una prioridad. Diversas iniciativas y programas de conservación trabajan incansablemente para salvaguardar este tesoro natural y cultural, asegurando que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de su belleza y riqueza.

 

 

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